La inocencia de un niño.

Aprendamos a valorar la visión que los niños tienen del mundo e intentemos preservar esa mirada sencilla, alegre, crédula e imaginativa de nuestros hijos ante las situaciones que les rodean.
Aprendamos a escucharlos!!! Seguro que quedaremos cautivados por su inocencia! Ellos nos enseñan más de lo que creemos. A mí me fascina observar esa gran capacidad de aprender, su capacidad de sorprenderse y, sobre todo, la inocencia de sus razonamientos. Detrás de su inocencia habita la sinceridad de su corazón, de ahí que resulte tan hermoso a nuestros oídos el comentario inocente y sencillo de un niño. Los niños creen todo lo que les contamos, porque confían en nosotros y nos admiran.
La inocencia de un niño no refleja ignorancia, ingenuidad o falta de madurez, refleja la sorpresa, la ilusión, la imaginación, su limpia y maravillosa manera de ver las cosas.
Peace and love!!!
Cris